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DE SAFARI POR EL KRUGER

  • Foto del escritor: Antonio Molinero
    Antonio Molinero
  • 1 jul 2019
  • 9 Min. de lectura

Actualizado: 1 nov 2022


Para un fotógrafo de la naturaleza el Parque Nacional Kruger en Sudáfrica es una de las mecas a la que los europeos tenemos la fortuna de poder acceder con relativa facilidad. En esta entrada de mi blog os voy a explicar los aspectos que creo, son más importantes a la hora de viajar a este parque con la intención de fotografiar su fauna. Espero que os resulte entretenido, que os ayude a los que pensáis hacer el viaje y que anime a hacerlo al que no ha pensado todavía en ir.


Algunos detalles sobre el parque.

Este parque nacional es enorme. Para que os hagáis una idea, si queréis recorrer en coche la distancia que hay desde la entrada de Malelane, en el sur del parque, hasta Pafuri en el extremo norte, tendréis que conducir 515 Km. En línea recta son unos 350 Km. La anchura media es de 60 - 70 Km. Y todo este tremendo espacio está repleto de vida.

El clima recuerda un tanto al que tenemos en el Mediterráneo, sin olvidar que está situado en el hemisferio sur y que el verano es nuestro invierno. Las temperaturas al medio día suelen variar entre los 25 (invierno) y los 32 (verano) grados centígrados. Las mínimas son algo más variables y van desde los 9 grados centígrados en invierno a los 20 en verano.

A finales de septiembre, que es cuando realicé mi viaje, la temperatura nunca fue un problema, solo una mañana utilicé un jersey durante un rato. El resto del tiempo vestía pantalón corto y camisa de manga corta.

La época de lluvias empieza a mediados de octubre y finaliza en marzo.

La vegetación es abundante predominando la sabana salpicada de arbustos y árboles. En el tercio sur, la sabana se combina con un bosque con escasa densidad de árboles. Durante una buena parte de su verano, la hierba seca muestra un color pajizo y es de escasa altura, con muchos árboles desojados, y es cuando mejor se observan los animales del parque; a partir de Octubre empiezan las lluvias, la hierba crece, los árboles caducifolios de llenan de hojas y el parque se vuelve de color verde y así estará hasta entrado el verano. Quizás sea cuando el parque aparece más atractivo pero, a cambio, resulta más difícil descubrir a los animales.

Normalmente viajamos a este lugar por sus animales, pero una vez allí vemos que su vegetación merece tanta atención como la fauna. Muchos de sus árboles me parecieron un espectáculo de la naturaleza, me quedaba embobado mirándolos y los fotografiaba con la idea de plasmar su magnífica belleza, cosa que no fui capaz de conseguir nunca; hay que seguir insistiendo.

En cuanto a su fauna no voy a extenderme demasiado ya que hay infinidad de información en Internet. En este parque hay una buena representación de la fauna africana más característica. Para publicitarlo se recurre con frecuencia a resaltar la presencia de los 5 grandes; ciertamente es muy probable que después de unos pocos días en el parque hayamos podido verlos sin demasiadas dificultades. Pero no es esto lo que quiero destacar aquí, si hubo algo que me llamo la atención fue la abundancia de fauna y la diversidad. Basta cruzar una de las puertas de entrada al parque para empezar a ver animales. Un fotógrafo de la naturaleza enseguida se siente premiado y compensado del coste, la cantidad de horas y kilómetros recorridos que supone el viaje. Mi recomendación es abrir la mente y no limitarse a los grandes mamíferos. Aquí podréis fotografiar infinidad de aves, pequeños mamíferos, reptiles e insectos. No despreciéis nada porque las fotos que os vais a llevar con vosotros serán magníficas.

¿Donde nos alojamos?

Un viaje fotográfico al Parque Kruger va a suponer pasar algunos días en su interior; por resumirlo de alguna manera, cuantos más, mejor. No sabría decir cuantos días es el mínimo pero, para volver a casa con una mínima sensación de satisfacción no debemos bajar de la semana. Esto va a implicar que vamos a tener que alojarnos dentro del parque. Por suerte para nosotros el PNK dispone de una red de alojamientos perfectamente distribuida y organizada para poder preparar largas estancias sin salir de él. Los alojamientos están agrupados en zonas denominadas camps. Cada camp tiene sus característica, unos disponen de más alojamientos que otros; los más básicos solo cuentan con tiendas de lona, equipadas para dormir y hacernos la comida, los camps más equipados disponen de diversos tipos de alojamientos, supermercado donde abastecerse de alimentos, restaurante y gasolinera. La gestión de todos los camps está a cargo de SanParks, una entidad pública que depende del Departamento de Actividad Medioambientales de Sudafrica. Si entráis en su web https://www.sanparks.org/ podréis realizar las reservas de los alojamientos sin ningún problema. Os recomiendo reservar con mucho tiempo (>10 meses) ya que la demanda es considerable. La mejor manera de hacerlo es con un mapa del parque donde podáis localizar los camps y establecer el recorrido que más os convenga. Por ejemplo, para mi próximo viaje (Septiembre 2020, si el coronavirus lo permite) el plan es el siguiente:

3 días en Lower Sabie - 3 día en Satara - 2 día en Crocodrile Brige


Si lo miráis en un mapa del parque (https://www.sanparks.org/assets/docs/e-brochures/kruger-map.pdf) veréis que este recorrido se limita al tercio sur del parque.

El precio depende sobre todo del tipo de alojamiento. Si vais a compartir el alojamiento con alguien, podéis contar con un coste de unos 40 € por persona.



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Y..¿cómo llegamos?

Desde España es relativamente fácil: avión hasta Johannesburgo y alquiler de un coche en el aeropuerto de JHN con el que haremos el resto del viaje incluyendo los desplazamientos por el parque. De hecho, el coche será nuestro hide donde pasaremos la mayor parte del día.

En mi primer viaje tuve la suerte de que Iberia ofrecía vuelos directos entre Madrid y Johannesburgo, y reservando con tiempo (7 meses antes) el precio fue bastante bueno (unos 500 € ida y vuelta). Para 2020 Iberia ha retirado esto vuelos de modo que he tenido que buscar una alternativa. Al final me he decidido por Lufthansa, haciendo escala en Frankfurt tanto a la ida como a la vuelta (BCN - FRK - JHN) y con un precio de unos 800 € ida y vuelta.

El coche lo reservamos a través de la web de Rentalcars (www.rentalcars.com). Nos decantamos por un Toyota RAV4 automático que demostró ser la opción perfecta. el precio de los 8 día con seguro a todo riesgo está sobre los 340 €.

Desde el aeropuerto hasta la entrada de Malelane (al sur del parque) hay unas 5 horas de viaje (390 Km) por una autopista que requiere bastante atención, ya sea por el estado del asfalto, por la anchura de los carriles o por la continua presencia de radares móviles.

A la hora de planear el viaje hay que tener cuenta el horario de llegada a JHN y el tiempo de desplazamiento ya que los camps se cierran a una hora determinada (las 6 de la tarde en septiembre) y superarlo os puede suponer una multa o, peor aún, que no os dejen entrar y os obliguen a pasar la noche fuera del parque.

En algunos camps (p.e: Satara) hay gasolineras lo que permite cierta relajación con los repostajes. El precio del combustible es similar al que tenemos en Europa.

Dentro del parque la velocidad está limitada a 50 Km/hora en las carreteras asfaltadas. Aquí no será la amenaza de una multa lo que nos quitará las ganas de correr con el coche, el sentido común nos hará ver que no se puede ir más rápido por una carretera en la que se nos puede plantar delante y de sopetón un elefante.

Otras consideraciones.

Hay que pagar una tasa por cada día de estancia en el parque (creo recordar que está alrededor de los 14 €/día). Según los días que pensemos pasar en el parque, SanParks no da la oportunidad de ahorrarnos un poco de dinero y tramites locales adquiriendo la denominada Wild Card. La wild card es un abono que incluye varias ventajas además del descuento, por pagar de una vez. De hecho, una vez adquirida la wild card, podemos visitar sin ningún pago adicional y durante un año, cualquier otro parque nacional de Sudáfrica. La wild card se puede adquirir en el mismo parque o desde la web de SanParks. Hay distintas modalidades y p.e: una Wild Card para dos viajeros cuesta unos 235 €.

Los europeos no tenemos acuerdos de roaming por lo que el uso del móvil con contratos de telefonía europeos es caro. En mi caso, al llegar al aeropuerto de Johannesburgo contraté una SIM de prepago que incluía un número de llamadas y un tráfico de datos limitado pero suficiente para el viaje de 8 días. Creo recordar que el precio fue de unos 25 €. El contrato lo hicimos por internet y la SIM la recogimos en la oficina de Vodafone del aeropuerto de JHN.

Es necesario llevar el carnet de conducir internacional. Para sacarlo debéis pedir hora en la oficina de la DGT que más os convenga y hacer el trámite (creo recordar que se necesita una foto, el carnet de conducir y 10 €) https://sede.dgt.gob.es/es/permisos-de-conducir/permiso-internacional/#

La mayor parte de Sudáfrica (incluido el PNK) es zona de malaria por lo que es muy recomendable prevenir el contagio con la profilaxis adecuada. De todos modos, la incidencia de la Malaria en este país es menor que en sus vecinos de más al norte y dependiendo de la época en la que se visite, la cantidad de mosquitos puede ser muy baja. Yo lo visité en septiembre que es el final de la época seca; no tome ninguna medicación y contaba con protegerme de los mosquitos con repelentes, pero no fue necesario ya que no me picó ni uno solo y os puedo garantizar que si hubiera habido solo uno, me habría picado. En este aspecto, cada uno es dueño de su cuerpo.

Equipo fotográfico

En el PNK el 98% de las fotos que vamos a tomar serán de animales por lo que debemos llevar un equipo fotográfico adecuado. Por otra parte, vais a viajar en avión y, a menos que lo facturéis lo que no recomiendo en absoluto, debéis ajustaros a las normas de cualquier equipaje de cabina propias de cada compañía aérea (es buena idea buscar estas normas en la web de la compañía con la que vais a volar). Con esto quiero decir que no podréis llevar todo lo que os gustaría y deberéis seleccionar bien el equipo. En mi caso llevé 2 cuerpos réflex (FX y DX), un 500mm, un zoom 100-400, un 28-70, un 17-35 y un 150 fijo. Además, incluí unos prismáticos 8x35 que no abultan demasiado. Utilicé una mochila Lowepro Vertex 200 AW que tiene el tamaño adecuado para viajar en cabina.

Todos los alojamientos, incluidos los más sencillos, disponen de una toma eléctrica donde podréis cargar las baterías de vuestros aparatos, pero necesitareis adquirir previamente un adaptador al formato de los enchufes sudafricanos (Amazon). Nosotros incluimos una regleta con 4 enchufes. Yo añadí 4 baterías, varias tarjetas SD y un mini PC donde descargaba y revisaba las fotos del día. También llevé un trípode de viaje que solo usé en una ocasión. Todo este material (enchufe, regleta y trípode) junto con un termo y una navaja multiusos, viajó en la bolsa del equipaje que facturé.


Ya estamos en el parque...

Una vez se llega al camp elegido, tenemos que pasarnos por la recepción donde un amable recepcionista nos atenderá en inglés mezclado con afrikaan, zulú..Vamos! que si vas con el inglés por los pelos como voy yo, no vas a entender nada. De todos modos, la amabilidad y paciencia de esta gente nos permitirá superar nuestras dificultades con los idiomas. En la recepción nos asignarán el alojamiento y pagaremos la entrada al parque; si hemos adquirido la wild card entonces nos pondrán un sello en el día correspondiente.

El horario de cierre y apertura de los camps coincide con la salida y la puesta de sol de modo que varía según la fecha. En septiembre el horario es de 6 de la mañana a 6 de la tarde y hay que ajustarse a él a rajatabla. Nosotros nos levantábamos a las 5 de la mañana, nos duchábamos, desayunábamos y nos preparábamos algo de comida (muchas veces acababa siendo la cena ya que se nos olvidaba comer); no mucha comida, un bocadillo, frutos secos, fruta..A las 6 a.m habrían la puerta y nos dejaban salir; nosotros ya estábamos esperando en el coche junto a la puerta. Sobre el mapa buscábamos los senderos que pretendíamos recorrer ese día y nos poníamos en marcha. Procurábamos trazar la ruta contemplando un par de paradas en picnics donde podíamos salir del coche y pasear.

Utilizamo el mapa que incluye la publicación del parque Kruger que se llama así: El MAPA, tal cual. Dentro hay datos de interés, dibujos de algunos animales y un fantástico mapa con todas las rutas perfectamente señalada. Os recomiendo que la compréis en cuanto lleguéis (unos 20 €) y preferiblemente la versión en inglés; nosotros compramos la versión castellana y la traducción del nombre de los animales es un desastre.



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Casi todos los camps hay un supermercado bien equipado en los que comprar los alimentos que necesitaremos. Además, los alojamientos disponen en muchos casos de cocina y siempre de una barbacoa. En nuestro caso, solíamos comprar fruta, leche, embutidos y carne de diversos orígenes incluido el kudu. Durante el día nos hacíamos bocadillos y comíamos fruta y frutos secos (estos de forma continua mientras permanecíamos en el coche). Para la cena, unas mazorcas de maiz y una pieza de carne a la barbacoa. El carbón se compra en el supermercado aunque no es mala idea utilizar ramas secas del entorno.


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Los camps cuentan con amplios jardines o zonas de bosque por los que se puede pasear y realizar pequeños safaris fotográficos. De este modo podreis fotografiar monos y pequeños mamíferos, aves, reptiles, insectos y arágnidos. Normalmente son animales poco asustadizos con los que podreis recrearos y tomar muy buenas fotografías. Reservaros un tiempo para esto.












 
 
 

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Creado por A. Molinero 

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